El uso de la pelota puede tener una serie de implicaciones cuando es utilizado como un instrumento terapéutico en el desarrollo del niño. Puede ser utilizado para el desarrollo de la tonicidad, es decir, que se puede impulsar el “dialogo tónico”, ya que se puede hacer que una persona este atenta a las variaciones tónicas de otra.
LA PELOTA Y EL CUERPO
El cuerpo presenta diversas acepciones dentro del ámbito educativo:
El cuerpo como objeto: El conocimiento del cuerpo se realiza, según los partidos de esta línea, tal y como se realiza el descubrimiento de los objetos, mediante manipulaciones, verbalizaciones, realización de posturas y movilizaciones diversas.
El cuerpo como condición de la acción: El cuerpo es sujeto del examen y punto de partida para la ejecución de un programa de actividades específicamente diseñado para la superación de sus dificultades o insuficiencias.
El cuerpo como instrumento: El cuerpo se utiliza principalmente en su estructura y lógica de sistema de placas (músculos, articulaciones, miembros y eje).
El cuerpo como expresión: Se utiliza el cuerpo como medio psicolingüístico. Se trata de posibilitar a través del cuerpo la expresión de sentimientos.
El cuerpo como instrumento analógico de la acción: Se trata de utilizar el cuerpo para llegar a la comprensión de los conceptos (tales como la dirección o la simetría).
Pelota y esquema corporal
El esquema corporal, en la definición clásica de Le Boulch, se entiende como una situación global o conocimiento inmediato que nosotros tenemos de nuestro cuerpo, tanto en estado de reposo como en movimiento en relación, con sus diferentes partes y, sobre todo, en relación con el espacio y los objetos que nos rodean.
El esquema corporal es el resultado de la experiencia del cuerpo de la que el individuo toma poco a poco conciencia y la forma de relacionarse con el medio con sus propias habilidades, y se constituye como un fenómeno de carácter perceptivo que tiene su punto de partida en las sensaciones tomadas del interior y del exterior del cuerpo: la organización del esquema corporal implica:
1.- percepción y control del propio cuerpo
2.- Equilibrio postural económico
3.- Lateralidad bien definida y afirmada
4.- Independencia de los segmentos con respecto al tronco y unos respecto de otros
5.- Dominio de las pulsiones e inhibiciones ligado a los elementos citados y al dominio de la respiración.
El esquema corporal es la consecuencia de una evolución ordenada, Vayer ha clasificado el proceso de elaboración del esquema corporal al darse cuenta de que sigue las leyes de la maduración nerviosa:
Ley cefalocaudal: el desarrollo se extiende a través del cuerpo, desde la cabeza hasta las extremidades;
Ley proximodistal: el desarrollo procede desde el centro hacia la periferia a partir del eje central del cuerpo.
El esquema corporal, se define como cono-cimiento del propio cuerpo a nivel representativo, se desarrolla poco a poco. El proceso no se completa definitivamente hasta los once o doce años.
PELOTA Y AJUSTE TÓNICO
Una "actividad tónica" es una actividad muscular que se prepara para la actividad motriz básica. El tono muscular consiste en un estado permanente de ligera contracción en la cual se encuentran los músculos estriados. La finalidad de esta situación es la de servir de tela de fondo a las actividades motrices y posturales.
El tono muscular es de suma importancia debido a que es uno de los elementos que componen el esquema corporal. Este nos permite tener conciencia de nuestro cuerpo y también adaptar el esfuerzo hacia nuestro objetivo. Por ello hablar de tono es hablar de ajuste, de control entre la excitación y la inhibición, entre la tensión y la distención.
En segundo lugar el tono guarda una estrecha relación con la postura, a la que en gran medida termina constituyendo una unidad tónica-postural, cuyo control facilita la posibilidad de canalizar la energía tónica necesaria para realizar los gestos o para prolongar una acción o una posición del cuerpo.
En tercer lugar el tono actúa determinantemente sobre las emociones y actitudes (es la base con la que se forman las actitudes, las posturas y mímicas). En cuarto lugar está unido con los procesos de atención y percepción, se ha encontrado una estrecha relación entre la actividad tónica muscular y la cerebral: de este modo si se interviene sobre el control de la tonicidad muscular, también intervenimos sobre los procesos de atención lo cual resulta imprescindible para cualquier aprendizaje. Cada individuo presenta un estilo tónico propio, que precisamente incide en su caracterización y que determina un ritmo propio de evolución motriz.
Stambak ha descubierto que el ritmo de evolución de ciertos aspectos motores (posiciones de pie, marcha, presión fina) así como la calidad de otros aspectos motores (las diferentes formas de movimientos espontáneos), está en relación con el grado de extensibilidad del niño.
El niño hipertónico: poco extensible, manifiesta desde los primeros meses una gran movilidad que aumenta con cada una de las adquisiciones del desarrollo postural. El niño presenta unos estereotipos infantiles a menudo violentos, como el balanceo que produce la cuna o el hecho de golpear la cabeza con la pared.
El niño hipotónico: Muy extensible, es tranquilo y su desarrollo postural es más tardío que el de los hipertónicos. Prefiere los juegos de manipulación de objetos a las manifestaciones ruidosas. Los estereotipos son diferentes: son movimientos finos de exploración de su cuerpo.
Para desarrollar el control de la tonicidad utilizaremos ejercicios tendentes a proporcionar al niño el máximo de sensaciones posibles de su propio cuerpo en diferentes posiciones: de pie, sentado reptando, a gatas… en actitudes estáticas o en desplazamientos, y todo ello en distintos grados de dificultad que exigirán del niño adoptar para cada uno de sus segmentos corporales diversos grados de tensión muscular.
También se trabajaran ejercicios de relajación. Podemos distinguir en primer lugar dos tipos de relajación; global y segmentaria. Y en segundo lugar relajación automática y consiente. Esta actividad permite mejorar la postura mediante la supresión de tensiones musculares superfluas, al mismo tiempo que contribuye a la imagen corporal a través de la experimentación de un estado tónico peculiar.
La relajación automática se produce de manera espontánea después de una fuerte ejercitación que provoque fatiga como mecanismo equilibrador del tono y respiración. Suele ser global y puede partir de estimulaciones externas (música) o internas (ritmo respiratorio). Tanto una como la otra tiene doble finalidad educativa: como medio de elaboración de esquema corporal y como forma de eliminación de la tensión muscular y de la fatiga mental, equilibrando el estado emocional.
Podemos favorecer la toma de conciencia de estimulaciones propioceptivas musculares teniendo balones lastrados, bolos y pesos de lanzamiento, podemos realizar ejercicios de levantar, trasladar, conducir, pasar o lanzar, que exigen por un lado un ajuste postural al desequilibrio producido por la incorporación de un elemento pesado a nuestro cuerpo; rápidamente el cuerpo que tiene que compensar la postura del desequilibrio evitando la caída. También al jugar con una pelota podemos favorecer el control tónico-postural, ya que provocamos desplazamientos y movilizaciones.
Información extraída del siguiente texto:
Berruezo, P(1990). “La pelota y el cuerpo” en : La pelota y el desarrollo psicomotriz. Madrid. G. Nuñez; pp.26-43
Publicado por:
Oyuki Amador, Mercedes Cortés, Dulce Miramontes, Melissa soqui, Jhoana Soto.
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