viernes, 17 de septiembre de 2010

CAPACIDADES Y HABILIDADES PSICOMOTORAS EN LOS PRIMEROS AÑOS


TONICIDAD

La evolución del niño está en estrecha relación con el mundo afectivo, las emociones dice Wallon, tienen por sostén el mundo muscular y es a través de la actividad tónica como el niño entra al mundo de los demás. El primer dialogo con su madre se hace en el plano tónico, luego muy progresivamente emerge la expresión verbal del lenguaje corporal total que permanece siempre presente.
La vida afectiva tendría un sustrato orgánico que, para Wallon estarían establecidas sobre funciones tónico-laberínticas y postulares.



EQUILIBRIO Y REACCIÓN DE AFECTIVIDAD, PRESENCIA

Al mismo tiempo que se constituyen las sinergias tónicas parciales, se establecen las sinergias generales que conducen al equilibrio corporal, el movimiento en el espacio (desplazamiento, gateo, marcha) permite la adquisición del espacio ambiental lo que se logra por la preparación del aparato locomotor en base al tono (postura-equilibrio) a la vida emocional. Sin la intervención de las funciones propias receptivas no podría existir la estabilidad requeridas para la acción ni la noción del propio cuerpo y la constitución de la personalidad.
Una vez obtenida la conservación el equilibrio puede observarse de acuerdo con Wallon el despertar de las actitudes relacionadas con la proximidad o la presencia de otro, esto es lo que Wallon llama sensibilidad de prestancia.
Wallon constituye la autoridad más importante de la primera mitad del siglo en lo que respecta a las relaciones que existen entre la actividad motriz y la evolución Psicológica del niño.
Estas son algunas de sus funciones fundamentales: 
Cenestesia y exteroceptividad, Conciencia corporal, Esquema corporal y espacio ambiental.
Wallon consideró que el niño  interactuaba  por medio de dos conceptos opuestos por un lado la cenestesia y por otro la extereoceptividad. La cenestesia Wallon la consideraba como la sensibilidad del propio cuerpo, es decir la sensibilidad interoceptiva  o visceral, y la sensibilidad propioceptiva (o postural). La cenestesia sería una forma de conciencia corporal.
Conceptos opuestos son, entonces, la  cenestesia o sensibilidad corporal, por un lado, y la sensibilidad sensorial volcada al mundo exterior por el otro. La primera actuaría en el equilibrio y desplazamiento corporal fundamentalmente  por medio del laberinto, la segunda básicamente por medio de la visión.
Wallon consideraba las relaciones entre los  movimientos corporales, y el espacio de los objetos (espacio ambiental) se establecerían por medio del esquema corporal; siendo esta actividad una acomodación motriz al mundo exterior.

Reacciones circulares

La kinestesia permite que se produzcan asociaciones con fenómenos visuales,  auditivos, táctiles etc., que originan primeras reacciones circulares, es decir, que conduce a la reiteración o repetición del movimiento (por ejemplo, gorjeos del lactante, visomanualidad, etc.). La actividad circular en los niños es constante, estos se verán controlados por medio de las sensaciones y las percepciones que ellos producen.

Tono y laberinto

El tono se encontraría, por lo tanto en la base de la emoción existiendo una relación entre la actividad postural por un lado, y la vida emocional por el otro. Los laberintos intervienen desde muy temprana edad, sobre el tono y la postura, por influencia de estímulos provenientes de las vísceras y mucosas, en forma secundaria de la piel.

Preservación y ecopraxias

Wallon diferencia la perseveracion de la imitación estableciendo que ella compromete a la motricidad ya que se alteran los movimientos que tienden a repetirse.
La ecopraxia es una secuencia de un modelo y solo después de la repetición se ubica en las impresiones personales, mientras que la imitación da una impresión personal desde un comienzo. La imitación repetiría o trataría de repetir todos los movimientos, mientras que la ecopraxia repite los últimos.

Patología tónico postural y krumanias

Wallon describió dos características fundamentales de la patología tónica postural: la conductual y la tónica, con respecto a la patología conductual analizó que con la angustia llevaba a la modificación tónico postural cuando este conflicto entre al terreno de la patología recibe el nombre de kruomanias. 

Extraído del siguiente documento:
García, N. J. Martínez, L. P. (1990) “Tonicidad", en: Psicomotricidad y educación preescolar, Madrid. G. Núñez; 15-23
 

Publicado por: Oyuki Amador, Mercedes Cortés, Dulce Miramontes, Melissa soqui, Jhoana Soto.






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