lunes, 6 de diciembre de 2010

LA SALUD EN LA PRIMERA INFANICA


En este ámbito, los niños y las niñas construyen las capacidades necesarias para cuidar su bienestar físico, mental y social, lo que implica también reconocer, evitar y prevenir situaciones de riesgo que los ubiquen en condiciones de desventaja física,    psicológica  y moral.
En este ámbito, la educación inicial pone especial cuidado en cuatro componentes del bienestar que deben procurarse en los niños y niñas pequeños:
Físico.
Mental.
Emocional.
Social.
 La capacidad para valorar el sustrato físico corporal es un elemento estratégico para el desarrollo de sus aprendizajes potenciales.
Está ampliamente demostrado que la actividad física coordinada en períodos tempranos de desarrollo, fortalecen los músculos, y el control de su cuerpo acelera las conexiones cerebrales.
 
 
 
  La salud mental es un aspecto prioritario en los primeros años de la vida de los infantes porque se presentan conexiones sinápticas que son la base del entramado cerebral.
 El recién nacido posee las condiciones biológicas y genéticas para mostrar sus sentimientos y su estado de ánimo, los cuales pueden expresarse de manera diferente. La vida emocional de los recién nacidos está relacionada con el sentimiento de hambre, frío, sueño, calor.

Es fundamental que en este período, los agentes educativos organicen situaciones de aprendizaje que involucren a toda la actividad cerebral para producir un sano equilibrio mental
 
 
El manejo de las emociones es uno de los aspectos más importantes en esta etapa de la vida, ya que aprende a conocer y paulatinamente a regular los propios sentimientos hasta el grado de mostrar empatía según las experiencias que han tenido.
Es responsabilidad de los agentes educativos asegurar que los niños y las niñas en todo momento se encuentren en ambientes seguros, sin riesgo de maltrato y abuso que minen sus relaciones positivas que pueda establecer posteriormente



El desarrollo social está íntimamente relacionado con el desarrollo emocional, ya que de él depende el bienestar psicosocial que se verá reflejado en la facilidad para las relaciones sociales.














 Por la edad de los niños, los padres o los adultos cercanos a ellos tienen una tarea fundamental para cuidar su bienestar, en todos los aspectos. Por ello, es importante lograr una coordinación entre los agentes educativos, los niños y sus familias.














Al final del ciclo de la educación inicial se espera que los niños y las niñas muestren capacidad para:

 
Realizar coordinaciones de movimientos con mayor precisión, control y autonomía.
Practicar de manera rutinaria los cuidados diarios de higiene, nutrición y cuidado personal y participar en acciones para promover su salud, así como para evitar riesgos y accidentes.
Expresar, utilizando diferentes medios, sus sentimientos de aceptación y rechazo a las personas que le producen una u otra sensación.
Disfrutar la exploración de lugares, espacios y objetos poniendo en práctica sus habilidades físicas con distintas intenciones.
 Experimentar y controlar emociones de acuerdo al estado de ánimo en que se encuentre.
Dominar las expresiones emocionales y aumentar su dominio de la autorregulación.
Fortalecer la autoestima y la seguridad en sí mismo.
Comprender y aplicar normas de conducta en sus acciones
PUBLICADO POR: OYUKI AMADOR, MERCEDES CORTES, MELISSA HERNANDEZ, DULCE MIRAMONTES, JOHANA SOTO.

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