Cuando tiene 1 mes de edad
• No levanta momentáneamente la cabeza en decúbito prono.
• No fija la mirada en la cara humana.
• Irritabilidad persistente sin causa clara.
• Trastornos de la succión o rechazo persistente del alimento.
A los 3 meses
• Ausencia de sonrisa social.
• No interés por iniciar interacciones.
• No fijación de la mirada / no respuesta a estímulos auditivos.
• Hipotonía-hipertonía (manos cerradas, pulgar incluido).
• No control cefálico.
• Asimetría mantenida.
A los 6 meses
• Persistencia de alguno anterior.
• Falta de interés por el entorno.
• Ausencia de vocalizaciones recíprocas.
• Escasa variación expresiva.
• Respuestas monótonas o indiscriminadas.
• Dificultad de adaptación a los cambios (situaciones, alimentos, personas).
• No coge objetos.
• No utiliza una de las manos.
• Persistencia de los reflejos arcaicos (son responsables de nuestra supervivencia en los primeros meses de la vida).
A los 9 meses
• Persistencia de alguno anterior.
• No balbuceo.
• No experimentación de sonidos.
• No conoce a las personas que lo cuidan habitualmente.
• No se mantiene sentado.
• No voltea.
• No retiene dos objetos.
A los 12 meses
• No reclama la atención del adulto.
• No extraña.
• No imita gestos.
• No explora juguetes.
• No pronuncia sílabas.
• Falta de interés por desplazarse.
• No mantiene sedestación estable.
• No pinza superior.
• Trastornos de alimentación o de sueño.
A los 18 meses
• No marcha autónoma.
• No señala con el índice.
• No comprende órdenes sencillas.
• No presenta jerga con intención comunicativa.
• No conoce nombre de objetos familiares.
• Conducta estereotipada.
• Falta de juego imitativo.
• No expresa emociones (alegría, cariño).
• Crisis de cólera y dificultad para calmarse.
A los 2 años
• Realizar juego imitativo.
• Construir una torre de 2 cubos.
• Imitar un trazo sin dirección determinada.
• Señalar partes de su cuerpo.
• Reconocer imágenes familiares.
• Tener algún lenguaje propositivo.
• Tener marcha autónoma.
• Comprender y cumplir ordenes.
• Masticar alimentos sólidos.
Otros signos de alerta, a cualquier edad:
• Conductas agresivas o de aislamiento.
• Conductas auto agresivas.
• Baja tolerancia a la frustración.
• Miedos exagerados.
• Timidez extrema.
• Ausencia de juego simbólico o de imitación.
• Indiferencia excesiva al entorno.
• Rituales y/o estereotipias.
• Lenguaje ecolálico o fuera de contexto.
• Conducta desorganizada, oposicionista o negativista.
Variaciones de la normalidad sin carácter patológico:
• Pinza manual entre el dedo pulgar y medio.
• Deambulación autónoma independiente en forma de gateo, sobre las nalgas, reptando.
• Marcha sin fase previa de gateo.
• Marcha de puntillas (tip-toe gate).
• Rotación persistente de la cabeza.
• Retraso simple de la marcha.
• Movimientos asociados: sincinesias.
• Retraso en saltar sobre un pie.
Extraído del siguiente documento:
“Signos de alarma en el desarrollo psicomotor”, Angeles Jubert Rosich, José F. Villarroya Luna, Manuel Martinez Pons, Pilar Albors Esteve
Publicado por: Oyuki Amador, Mercedes Cortés, Dulce Miramontes, Melissa soqui, Jhoana Soto.
Excelente, dos puntotes
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